viernes, 11 de febrero de 2011

Enamorate de mi


Todo empezó con un simple -¡ Hola ! encantada. No supieron que ese era el comienzo de una larga historia.
Comienza bien, amigos solo eso. Risas y anécdotas en común es lo que los une. Se dicen de todo con una simple mirada, a ella le gusta la suya, estaría horas mirándolo. -Siento ansias de verlo y abrazarlo .. se dijo, - ¿Que me pasa? Lo comprendió todo, ese chico al que un día conoció, ese chico que le hace reír, que la ayuda cuando todo va mal, o simplemente se acuesta a su lado y pasan horas juntos, si ese, se había enamorado perdidamente de el. Comprendió porque pasaba las noches en vela pensado solo en el, en quedar con el al día siguiente para solo verlo o tan solo pasar el día junto a el.
Ese mismo día lo llamo, se lo contó todo, todo lo que sentía por el, temía por la perdida de su amistad lo quería demasiado como para separarse de el. Termino. El se quedo callado simplemente suspiro al tiempo que le decía: -todo este tiempo lo he estado pensando, eres tan especial, tan.. tan como yo. A lo que le siguió: - También te quiero, demasiado, demasiado como para que esta amistad se pierda. Mientras decía todo esto a ella se le humedecieron los ojos, callo una lagrima que recorría sus rosadas mejillas. A lo que siguió el: -He sentido las mismas cosas por ti, esas ganas de verte y besarte se me han pasado muchas veces por la cabeza, pero tengo miedo. Miedo a perderte , miedo a que no sintieras lo mismo o simplemente miedo a que todo se acabe.
Al día siguiente todo transcurrió normal, hasta que apareció él, no sabia que hacer, ni que es lo que tenia que hacer. El se acercó, la abrazo con tanta intensidad que sintió sus latidos, su corazón. En ese momento ella se separó .. -eres tan hermoso, nunca podría dejarte. Él la agarro de un brazo - Ven, corre, sígueme. Ella corrió agarrada de el. -Llegamos- contesto el. Era un sitio precioso, la había llevado a una casa en medio del campo, era verdaderamente hermosa. La luz de la luna se reflejaba en un lago cerca de la casa. El saco de su mochila una enorme manta, se tumbaron sobre ella y contemplaron las estrellas juntos. Poco a poco el movía su mano hacia la de ella hasta que la garro con suavidad. Lo miro, sonrió, pero siguió contemplando aquel hermoso cielo. Mirando hacia ella pensó en esa hermosa chica. En sus ojos marrones se veía reflejada la luna, su cabello se movía al viento. Se sentaron, empezaron hablar sobre sus vidas, sobre lo que no sabían. Callaron, el se acerco lentamente a ella, acaricio su cara, aquella a la que estaba admirando hace poco. Sus manos se unieron, cada vez más cerca, ella suspiro cerrando los ojos, con delicadez la beso. Allí en medio de la nada, dos jóvenes tan felices que nadie podría romper esa magia. Tumbado a la luz de la luna no se dejaban de mirar sin decir nada se besaban, eran completamente felices. - Te quiero como nunca he querido a nadie, dijo el. a lo que respondió ella: - Yo no te quiero .. te amo, tú, tú eres la persona más especial para mí ...- Prométeme algo .. le dijo ella, -Prométeme que no me aras daño.. el tocándole el corazón le respondió -Te lo prometo amor.



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